Bienvenido a Cave Inmicum, donde una nueva generacion de magos lucha por aquello que considera justo. Conectate y forma parte de nuestra aventura.
Conectarse
Últimos temas
¿Quién está en línea?
En total hay 5 usuarios en línea: 0 Registrados, 0 Ocultos y 5 Invitados Ninguno
El record de usuarios en línea fue de 108 durante el Miér Abr 24, 2024 6:52 am
Este Skin ha sido diseñado en su totalidad por Annabeth, la cual lo ha cedido sin pedir nada a cambio. No copies. El staff ha sido obra de Ramona. Gracias por su tutorial de ayuda.
El contenido es obra de la administración de Cave Inmicum. Idea original es de Minerva Potter. Diseño gráfico , todas las tablillas -sin contar las que venían con el skin- , los pj cannon y todo lo que encuentren aquí son propiedad de Minerva y Maia Potter ORIGINALIDAD AL PODER.
A nadie le viene mal entrenar un poco [Savannah F.]
2 participantes
Página 1 de 1.
A nadie le viene mal entrenar un poco [Savannah F.]
Habían terminado las clases del día y aún la luz del sol, condicionada por un cielo totalmente nublado, hacía que la visión para practicar Quidditch fuera la idónea. Abraxan ni se lo pensó dos veces, subió hacia su habitación, liberándose de los libros y la túnica, contento por haber terminado otro duro día lectivo. No es que le cansaran mucho las clases físicamente, pero psicológicamente dejaban a cualquiera hecho trizas. Cogió una bolsa de mano y colocó las protecciones de Quidditch, así como su Quaffle y la vestimenta de Slytherin, todo listo para tener un buen entrenamiento de Quidditch, esperaba que nadie tuviera el campo reservado para entrenar, pues cada día pertenecía a uno u otro equipo. Empezó a caminar, dejando la sala común y las mazmorras atrás, poca gente estaba estudiando o parecía tener ganas de entrenar a Quidditch. Quizás venía siendo la hora de hacer un entrenamiento conjunto con todo el equipo, para entrenar tácticas y cosas que les hicieran mejores y más equipo para ganar la copa, cosa que para Abraxan era todo un orgullo, al ser de los pocos Slytherin's de la familia, así podría hacer enfadar a muchos familiares presumiendo de copa. Una sonrisa cruzó su rostro, su padre estaría orgulloso, en cambio, sus hermanas y su madre, estarían un poco menos contentas, al no caer del bando de Ravenclaw, pero a cada uno lo suyo, ellos eran los más listos, pues los premios de estudiantes, que dejasen cosas para los demás.
Pronto estaba caminando fuera ya de las cuatro paredes que suponían el castillo, una suave brisa se levantaba del suelo, levantando con él hojas y tierra de los jardines e hinvernaderos. Quizás debería probar que tal estaba el aire para poder volar y jugar, pero no se daría por vencido. Con paso firme y altivo, avanzaba hacia el campo, no escuchaba el típico ruido de las escobas, ni gente hablando o gritando en su interior. Tendría el placer de tener el campo para él solo? Eso si que mejoraba las expectativas de Abraxan, cada vez se daba más cuenta que había sido una idea genial bajar a entrenar. Por su mente pasaron imágenes de su infancia, cuando su padre des de joven, le había enseñado como jugar y como ser un estupendo cazador y así había entrado a formar parte del equipo de su casa, gracias a su padre, que fue buscador de su casa, pero conocía a la perfección todas las posiciones en el campo, tanto, que parecía que había jugado de todo, antes de encontrar su posición idónea. Mientras cruzaba las puertas del campo, observaba con temor el cielo, único aspecto que podía salirle mal, aunque fuera una lluvia fina, ya desmontaba su tarde ideal para el entreno de sus habilidades.
Sus pasos se dirigieron a los vestuarios, dejando su bolsa de mano encima de uno de los bancos de madera, cerca de las duchas. Lo curioso del campo de Quidditch era que los vestuarios eran compartidos y los chicos y las chicas tenían que apañarse para cambiarse juntos, pero para que nadie les viera, normalmente ya se tenía consideración con las chicas y se giraban o salían y luego entraba el sexo opuesto, a Abraxan no le molestaba tener compañía femenina, más bien le gustaba, aunque no era el lugar más ideal para ver a una chica en paños menores, nunca le haría un feo a esa visión. Abrió la bolsa y sacó su uniforme de Quidditch, colgándolo en la zona donde estaba él y empezó a quitarse la camisa que él llevaba,, desabrochándose cada botón con tranquilidad, hasta que ya se la había quitado. Luego reparó en una cosa que acababa de arruinar su tarde de entrenamiento, como se le había podido pasar algo así? muy listo, lo había cogido todo, menos algo muy esencial, la escoba! Mientras se maldecía para sus adentros, estaba convencido que no usaría una de esas viejas escobas que tenía el colegio, acababa de terminar así su tarde perfecta. Cuando más ensimismado en sus pensamientos sobre lo tonto que había sido, escuchó como alguien habría la puerta de esos mismos vestuarios.
Pronto estaba caminando fuera ya de las cuatro paredes que suponían el castillo, una suave brisa se levantaba del suelo, levantando con él hojas y tierra de los jardines e hinvernaderos. Quizás debería probar que tal estaba el aire para poder volar y jugar, pero no se daría por vencido. Con paso firme y altivo, avanzaba hacia el campo, no escuchaba el típico ruido de las escobas, ni gente hablando o gritando en su interior. Tendría el placer de tener el campo para él solo? Eso si que mejoraba las expectativas de Abraxan, cada vez se daba más cuenta que había sido una idea genial bajar a entrenar. Por su mente pasaron imágenes de su infancia, cuando su padre des de joven, le había enseñado como jugar y como ser un estupendo cazador y así había entrado a formar parte del equipo de su casa, gracias a su padre, que fue buscador de su casa, pero conocía a la perfección todas las posiciones en el campo, tanto, que parecía que había jugado de todo, antes de encontrar su posición idónea. Mientras cruzaba las puertas del campo, observaba con temor el cielo, único aspecto que podía salirle mal, aunque fuera una lluvia fina, ya desmontaba su tarde ideal para el entreno de sus habilidades.
Sus pasos se dirigieron a los vestuarios, dejando su bolsa de mano encima de uno de los bancos de madera, cerca de las duchas. Lo curioso del campo de Quidditch era que los vestuarios eran compartidos y los chicos y las chicas tenían que apañarse para cambiarse juntos, pero para que nadie les viera, normalmente ya se tenía consideración con las chicas y se giraban o salían y luego entraba el sexo opuesto, a Abraxan no le molestaba tener compañía femenina, más bien le gustaba, aunque no era el lugar más ideal para ver a una chica en paños menores, nunca le haría un feo a esa visión. Abrió la bolsa y sacó su uniforme de Quidditch, colgándolo en la zona donde estaba él y empezó a quitarse la camisa que él llevaba,, desabrochándose cada botón con tranquilidad, hasta que ya se la había quitado. Luego reparó en una cosa que acababa de arruinar su tarde de entrenamiento, como se le había podido pasar algo así? muy listo, lo había cogido todo, menos algo muy esencial, la escoba! Mientras se maldecía para sus adentros, estaba convencido que no usaría una de esas viejas escobas que tenía el colegio, acababa de terminar así su tarde perfecta. Cuando más ensimismado en sus pensamientos sobre lo tonto que había sido, escuchó como alguien habría la puerta de esos mismos vestuarios.
Abraxan D. Malfoy*- Slytherin!
- Mensajes : 24
Puntos Ganados : 110
Fecha de inscripción : 18/03/2013
Re: A nadie le viene mal entrenar un poco [Savannah F.]
Hoy hacía un día muy hermoso, en verdad el clima era favorable para hacer algo de ejercicio, y ¿qué mejor que un poco de Quidditch? Yo no era de esas personas a las que les gusta estarse quietas, si bien me agradaba pasar momentos de tranquilidad, estar encerrada era una de las cosas que más detestaba y, bueno, si también estaba en mis posibilidades salir obviamente era algo que prefería. Las clases había resultado un poco tediosas, además de agotadoras, simplemente quería ir a tirar el estrés en algún sitio y practicar no le haría mal. Sin siquiera darse tiempo de avisar a alguien que saldría se apresuró a salir del aula donde había tomado su última clase, yendo a paso presuroso hasta la mazmorra y, posteriormente, a la Sala Común de su casa. No había muchas personas alrededor, seguramente aún seguían en clase o estaban tomando un bocadillo, pero eso era lo de menos.
Al llegar a su habitación la contempló por un instante y sintió un deseo bastante fuerte de quedarse a descansar un rato, pero no, debía buscar su equipamiento y salir, si no quería que alguna otra persona robase su idea y estorbara para su cometido. Salió corriendo con todo, desde el equipo hasta la escoba, sólo iba a dar una cuantas vueltas, quizá lanzar algunas quaffles y volvería, no tardaría más de dos horas, o eso es lo que tenía planeado al menos. Al salir tropecé con algunas personas más, pero no fijé siquiera quiénes eran, simplemente me concentré en llegar al Campo. Afortunadamente no tendría que andar con miramientos, cuidando si entraba algún chico o no, puesto que dudaba que alguno quisiera venir en un día que no estaba planificado.
Ya en los vestidores me dispuse a cambiar de ropa, dejando mi escoba a un lado para después atar mi cabello en una simple coleta. Tardé más de lo debido en cambiarme, me di mi tiempo para acomodar bien todo, al menos hasta que escuché que alguien entraba. ¿Quién sería? Me terminé de poner el equipo a toda prisa y caminé hacia la entrada, al parecer alguien había pensado lo mismo que yo. Caminé con sigilo y, al llegar, noté la silueta de uno de mis amigos, Abraxan. Rodé los ojos, si él hubiese llegado unos minutos antes seguramente me habría encontrado en paños menores, al menos me alegraba haberme apresurado. Entonces, vi como empezaba a quitarse la ropa y estuve a punto de pararle, pero era demasiado tarde pues ya se estaba quitando la camisa. Di media vuelta, escondiéndome tras la pared que separaba el lugar donde estaba él y donde estaba yo, me recargué dándole la espalda y sentí mis mejillas arder, no iba a mirar, aunque por lo poco que había visto tenía razones de más para hacerlo.
Palmeé mis mejillas liberando mi mente de ese pensamiento y entonces escuché que maldecía por lo bajo. La puerta se abrió, tomándome por sorpresa y salí de un brinco de mi escondite, revelando así mi posición. Para cuando me di cuenta de ello ya era demasiado tarde, rodé los ojos y me giré hacia él - Hola Malfoy - le saludé con timidez, intenté ocultar mi rostro tras mi cabello pero ya le había atado. Grave error. Ahora seguro que pensaría que le estaba espiando o algo parecido, lo cual sería muy justificable. Resoplé - Disculpa, no estaba mirando, sólo... bueno, vine antes y entraste, no quise interrumpir - paré y me sonrojé, estaba diciendo cosas al azar y que posiblemente no tenían ningún sentido diciéndolas de forma tan atropellado como la hacía, bajé la vista esperando a que hablara, dependiendo de lo que había visto sería el modo de mi disculpa.
Savannah I. Flint*- Mensajes : 24
Puntos Ganados : 105
Fecha de inscripción : 17/03/2013
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Dom Feb 09, 2014 7:58 pm por Invitado
» Seguro que si
Dom Feb 09, 2014 12:05 pm por Invitado
» Charlotte Scammander
Sáb Jul 20, 2013 11:55 am por Charlotte Scammander
» Petición de pj canon
Dom Jul 14, 2013 2:29 pm por Lindsay C. Lancaster
» Casting de Charlotte Scammander
Dom Jul 14, 2013 2:28 pm por Lindsay C. Lancaster
» Primera limpieza del foro.
Dom Jun 23, 2013 1:21 pm por The Crow
» Protego RPG - ÉLITE, CAMBIO DE BOTÓN
Jue Jun 20, 2013 6:42 pm por Invitado
» Game of Thrones |Cambio de botón|
Mar Jun 11, 2013 6:48 pm por Invitado
» Hunter's brotherhood. Cambio de botones, afiliacion elite
Vie Mayo 17, 2013 5:35 pm por Invitado