Casting para Jane Malfoy

De los personajes canon que faltaban me ha llamado la atención Jane, es una chica muy dulce, tímida e inocente por lo que he leído y me ha gustado pues los Malfoy tienen fama de ser más ¿arrogantes tal vez? Bueno, ha llamado mi atención y me gustaría llevarla, pues creo que se pueden crear tramas interesantes con ella.

La tarde había caído en Hogwarts, quedaba relativamente poco tiempo para la cena y mi estómago estaba ya gruñendo pidiendo atención, me sonrojé mirando a Charlotte, una visita a las cocinas era lo que ahora necesitaba. Odiaba cuando mi estómago decidía llamar mi atención de aquella manera, mamá solía decirme que había heredado el apetito Weasley de mi abuelo, sin embargo ese hecho a mi no me acababa de hacer demasiada gracia- ¿Podemos hacer una visita rápida? – le pregunté con una pequeña y tímida sonrisa, la que siempre le mostraba cuando algo me avergonzaba y el hecho de que mis tripas sonaran era algo que lo lograba. El camino de la torre de Ravenclaw, dónde nos encontrábamos, hasta las cocinas era demasiado largo para mi impaciente barriga, eso provocaba que mi normalmente tranquilo andar se convirtiera en uno algo más ligero, ocasionando algún que otro traspié que Charlotte evitaba que acabara en caída.

Al cruzar una esquina noté como me chocaba con alguien, levanté la vista y me sonrojé notoriamente, me mordí el labio avergonzada y bajé la vista mirando al suelo ¿Por qué siempre me tropezaba con él? – L-lo siento – dije mirándolo con una tímida sonrisa mientras me apartaba el pelo de la cara, colocándolo detrás de la oreja – Parece que siempre nos acabamos chocando – comentó, lo miré y suspiré, él tenía razón, casi siempre nos chocábamos, de hecho había sido por ese mismo motivo que nos habíamos conocido. La disimulada risa de Charlotte me hizo volver a la realidad y mi estómago decidió que era el mejor momento para reclamar mi atención sonando en ese preciso instante – L-lo siento, hablamos otro día Dougglas – dije con una sonrisa, ahora sí completamente avergonzada ¿Por qué siempre me volvía tan tímida cuando estaba cerca de él? Y… ¿Qué tenía Merlín en mi contra para qué mi estómago sonara siempre en momentos como aquel?

La mirada pícara de Charlotte hacía que mi sonrojo siguiera en mis mejilla, ni siquiera sabía porque pero allí estaba, como cada vez que me encontraba o chocaba con él, y parecía que mi mejor amiga, mi casi hermana se había dado cuenta de ello, solo esperaba que mis hermanos no lo hubieran hecho, eran de lo más sobre protectores conmigo, Tori siempre solía aconsejarme y aunque no siempre le hacía caso en sus consejos la verdad era que me divertía estando con ella, pero sus preguntas inquisitivas sobre todos mis amigos algunas veces me agobiaban, con mi hermano era distinto, él me sobre protegía y yo lo reñía algunas veces por querer ser casi siempre el centro de atención, éramos una familia más. Sin darme cuenta siquiera llegamos al retrato que daba acceso a las cocinas, tanto Charlie como yo sabíamos desde hacía unos años como entrar a ellas y no dudábamos en ir de vez en cuando, sobre todo en aquellos momentos en que el hambre nos asaltaba a una de las dos – Parece que hemos llegado a nuestro destino – dije mirándola con una sonrisa, de pronto recordé algo – Me he dejado el libro de Historia de la Magia en la biblioteca – exclamé horrorizada, miré el reloj que había en la pared y, cogiendo a Charlie de la mano para que viniera conmigo, empecé a correr hasta la biblioteca y allí encima de una de las mesas cerca de las ventanas, la misma donde ayer había estado estudiando con Charlie hasta que uno de mis primos nos interrumpió, estaba mi libro y justo a su lado el menor de los Goyle ¿Tan mala había sido en mi vida anterior?