Casting para Gideon Weasley

Definitivamente el PB ha sido lo primero que me ha llamado la atención. Me siento cómoda llevando a Louis Tomlinson y me encanta. Luego ya, con esa personalidad, se me haría muchísimo más fácil, dado que todos suelen ser así. Me gusta.

Había tomado nuevamente un libro "prestado" del aula de pociones. Su andar por las mazmorras era muy común para los profesores y muy fastidioso para los alumnos de Slytherin, pues allí se encontraba su sala común. Pero, ¿y a él qué? No le interesaba para nada lo que les molestaba y lo que no. Tenían que aprender a convivir con ellos, las personas normales, y si no lograban hacerlo pues... ¡Que se fuesen a un psicólogo!; bajó rápidamente las escaleras que se encontraban junto a la mini biblioteca del aula y se dispuso a leer un poco, en busca de una buena poción que alegrara su día. Sus pies se dejaron descansar sobre un banco mientras su cuerpo se relajaba en otro, estaba sentado con los pies en alto leyendo la importancia de las pociones. Buscó detenidamente entre tantas una que le llamara la atención pero por el momento no encontraba algo verdaderamente bueno. Sabía que si un profesor entraba al aula sería rotundamente regañado y hasta le descontarían puntos por eso, pero no tenía miedo, más que un castigo ¿qué más podía pasar? Estaba acostumbrado a ellos y, sinceramente, no le interesaban en lo más mínimo.

Pero como toda persona que intenta tener un momento de relajación es sumamente interrumpida por algo o alguien, así fue, Gideon no sabía exactamente quien o que se encontraba al otro lado de la puerta, solo sabía que estaba demasiado molesto como para darle más razones para seguir gritando. Rápidamente se escondió detrás de la pizarra y esperó hasta que se fuese, la persona amagó con abrir la puerta pero se marcho con un "ahora regreso". Eso no era bueno. ¿Con quien hablaba y porqué no había entrado? Sin más remedio, y con el libro bajo su brazo, decidió salir de allí. Comenzó a caminar por los pasillos de las mazmorras en busca de una salida y finalmente, ¡No la encontró! Se había perdido, como muchas otras veces le había pasado y como era costumbre en su persona. Decidió no hacerse drama por ello, ya alguien pasaría en su rescaté, por lo cual se recargó en una pared y lentamente se deslizó hasta caer sentado en el suelo. Cruzó sus piernas y abrió el libro de pociones nuevamente en busca de una buena poción, ahora con la grata suerte de encontrarla.

Fluido Explosivo
Exploding Fluid {Ingredientes: El cuerno, la cola, o el fluido de un Erumpent, polvos de hada negra y aguijón de billywig}
¿Os estáis preguntando por qué esta poción se fabrica solo con partes de una criatura mágica? Pues bien, he aquí la respuesta; El Erumpent, para los que no los sepáis, es un animal parecido a un rinoceronte, cuyo cuerno contiene un fluido o veneno que hace explotar en cuestión de segundos cualquier cosa a la se le aplique o inyecte.

Leyó con atención, mientras analizaba en su cabeza como conseguiría los ingredientes, pues era una poción perfecta para alguna que otra broma. Algunos ya los tenía en la mira pero otros se le haría algo más difícil y, si bien solo eran dos o tres, la tarea se había vuelto más un reto y lograría hacerla costase lo que costase, aparte de que no parecía ser tan complicada. Siguió leyendo mientras escuchaba como alguien se aproximaba al lugar, pero nuevamente decidió no dar importancia a eso. La mirada azul de Gideon continuó paseando por las líneas y líneas de poción mientras su cabeza buscaba la forma de encontrar los ingredientes que restaban, los cuales veía casi imposible conseguir. Intentaba enfrascar su mente tan solo en la lectura, dado que si se despistaba tendría que volver a empezar de nuevo. Mientras el tiempo seguía su curso, él continuaba tan enfrascado en la lectura que ni siquiera se daba cuenta de los movimientos que su cuerpo hacía, pero en aquel instante se encontraba tumbado completamente en el frío suelo de aquella mazmorra, mientras que sus pies se mantenían alzados en el aire y apoyados sobre la pared, como si en realidad estuviese sentado en ésta en lugar de como las personas normales deberían estarlo. El libro reposaba sobre su estómago, alzado para que la lectura le fuese más fácil, pero poco a poco, la luz que había allí se le iba haciendo más pesada, obligándole a forzar la vista de forma increíble.